A pesar de que la mayoría de los profesionales que trabajamos en prevención en prevención abordamos poblaciones de niños y adolescentes, puede que no hayamos sentado a pensar sobre la complejidad de los procesos que ponen a estos grupos en riesgo de consumir sustancias psicoactivas e involucrarse en otras conductas de riesgo. Como hemos mencionado en publicaciones anteriores, la ciencia de la prevención nos brinda una guía importante para entender estas vulnerabilidades y dar soporte a nuestro trabajo de prevenir el uso de sustancias en la juventud.
Estudios llevados a cabo en 15 países diferentes han demostrado que entre el 50% y el 85% del primer uso de alcohol, tabaco, canabis y otras drogas se da antes de los 20 años, edad en la que el cerebro aún está en desarrollo. [1] Adicionalmente, la investigación también ha demostrado que a más temprana la edad de inicio de consumo, mas rápida la progresión al trastorno por uso de sustancias. Estos hallazgos resaltan la importancia de prevenir el inicio del uso de sustancias especialmente en los mas vulnerbales, pero ¿que determina la vulnerabilidad?
Cada una de las etapas de desarrollo, desde la infancia hasta la adultez está asociada con el crecimiento de diferentes areas dentro de las que encontramos la capacidad intelectual, las habilidades de lenguage, el funcionamiento cognitivo, emocional y psicológico y la adquisición continua de competencias y habiliades sociales. La investigación nos ha mostrado también que cualquier interrupción en el desarrollo normal de cualquiera de estas funciones puede hacer a un individuo mas vulnerable a las influecias que los involucran en el uso de sustancias y otras conductas de riesgo. Estas conductas problemáticas pueden tener consecuencias como el bajo rendimiento académico, dificultades en las relaciones sociales, etc.. Es por esto que las intervenciones en prevención deben estar diseñadas e implementadas para abordar cada una de estas etapas de desarrollo, -por ejemplo, primera infancia, niñez temprana, niñez media, adolescencia, y adultez temprana- para prevenir el inicio del consumo de sustancias y otros conductas de riesgo.
Como profesionales de la prevención necesitamos trabajar con los niños y adolescentes antes de que den incio al consumo mediante el abordaje de las condiciones que se dan en sus entornos inmediatos que los pueden hacer mas vulnerables e influenciar su decisión de involucrarse en el uso de sustancias y otras conductas de riesgo.
[1] Degenhardt L, Chiu W-T, Sampson N, Kessler RC, Anthony JC, et al. (2008) Toward a global view of alcohol, tobacco, cannabis, and cocaine use: Findings from the WHOWorld Mental Health Surveys. PLoS Med 5(7): e141. .http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2443200/pdf/pmed.0050141.pdf
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